El PODER DE LAS PALABRAS CARIÑOSAS
El amor es un concepto muy amplio, buscamos de muchas formas demostar a las personas más cercanas cuánto las queremos, cuando la manera más sencilla de hacerlo es utilizando el Lenguaje del cariño, el lenguaje del amor, que inicia y se acompaña de palabras, sonrisas y expresiones muy sencillas, sin embargo, cuando salen del corazón a corazón, generan un impacto positivo en quien las recibe.
Decir: Te quiero mucho, ¡Cuídate! ¡Qué bien te ves! Te extraño ¡Tenía muchas ganas de verte! ¡Esperaba tu mensaje! ¡Eres muy importante para mí!, ¡Te amo con todo mi corazón! son sólo algunas de las frases que pueden transformar el estado de ánimo de las personas, eliminar el enojo, desvanecer inseguridades, sanar corazón y alma, si tus hijos las escuchan con frecuencia, crecerán sintiéndose amados y seguros de sí mismos.
Utiliza palabras cargadas de afecto siempre que sea posible. Es un grave error pensar que este tipo de palabras son “ridículas”, ¡de ninguna manera es así!
No temas utilizarlas, pues transmiten fortaleza, seguridad, empatía, nos mantienen sanos y ayudan a sanar los corazones más lastimados.
Con palabras de amor y afecto puedes inyectas motivación, valor, coraje y determinación en las personas. Decir a las personas lo positivo que encuentras en ella también es un gesto de amabilidad.
No tengas miedo de decir a tus hijos, ¡te ves genial con esa ropa!, ¡cuánto has crecido!, ¡que bien dibujas!, tal vez está pasando un mal día, tal vez está deprimido, con su autoestima baja y unas palabras de afecto, logren levantar su ánimo.
Cuando un niño solo recibe críticas, no importa si se escudan bajo el “te lo digo porque te quiero”, no podrá reconocer lo bueno que hay en él porque la idea de sí mismo solo será negativa.
Las palabras cargadas de afecto son monedas de oro que puedes regalar todos los días.