DELICIOSAMENTE IMPERFECTA
Sé deliciosamente imperfecta, somos fuertes, somos poderosas, tenemos la facilidad para hacer varias cosas a la vez y nos saturamos tanto de actividades que sólo nos damos cuenta de que necesitamos voltear a vernos cuando nos enfermamos.
Sé deliciosamente imperfecta, las mujeres tenemos la creencia que primero damos el oxígeno a los demás y luego nosotras, en lugar de pensar oxigenarnos nosotras porque Primero mujer y después mamá, esposa, hija, amiga, compañera.
Sé deliciosamente imperfecta, recuerda que “el cuerpo grita lo que el alma calla”, quienes te rodean tal vez no recordarán que te esforzaste por ser maestra, enfermera, cocinera, chofer, compañera, amiga, es decir, tenemos la creencia de que primero son los demás y después nosotras.
Sé deliciosamente imperfecta, así que deja las labores de la casa para después, sal a caminar, siente como los rayos del sol te dan llenan de energía, disfruta el pasar de la gente, disfruta el vuelo de los pájaros, comienza a hacer ejercicio, si no puedes, entonces baila con la música que te haga vibrar, que despierte tus emociones.
Sé deliciosamente imperfecta, pero no olvides arréglarte, cambia de color tu cabello, suéltate el pelo, duerme un poco más, ponte la ropa que te gusta. Aunque no sea día de fiesta, el festejo lo haces tú.
Sé deliciosamente imperfecta, sé tú misma, cuídate, ámate, y sobre todo ¡hazlo exclusivamente por ti y para ti!, no pienses en el qué dirán, en el qué pensarán, si les gusta o no, desecha esos pensamientos.
Tus hijos dejarán de ser niño y volarán del nido, el marido tal vez se irá, en el trabajo podremos ser necesarias, pero no indispensables, si te vas pronto encuentran quién ocupe tu lugar, el polvo de tu casa nunca se va a terminar, siempre habrá trastres, ni el cesto de la ropa sucia quedará vacio, ningún día es igual a otro, así que aprovecha este día, disfruta la oportunidad de hacerlo tuyo. Sin olvidar que eres deliciosamente imperfecta.
Te mando un abrazo de Chango Marango
Ale Velasco